Las Ikastolas de Euskal Herria celebraron el acto de inicio de curso 2021-2022 en Mungia (Bizkaia), bajo el lema Hezkuntza eraldatzen (transformando la educación). El grupo de danza Amilotx de Mungia puso el ambiente y el color en el acto, ofreciendo danzas y coreografías basadas en canciones de varios/as artistas vascos/as.
Este año, además, el curso comenzó con un nuevo miembro más. En el acto se dio la bienvenida a la ikastola Xarnegu, que se ha convertido en la ikastola número 112 de Ikastolen Elkartea, que ha abierto sus puertas por primera vez este curso en Bardoze (Lapurdi). “En la comarca que no habla euskera, hemos empezado a dibujar el futuro en euskera”, destacó el presidente de Ikastolen Elkartea, Koldo Tellitu.
En los actos de inicio de curso de las ikastolas es habitual ofrecer un espacio para el homenaje; reconocer a personas que son o han sido muy importantes para las ikastolas, o recordar algunos aniversarios. En esta edición han querido reconocer a todo integrante de la comunidad de ikastolas: al alumnado, al profesorado, educadores/as y colaboradores/as, a los/as miembros de las direcciones, a todo el personal de secretaría, acogida, mantenimiento, transporte, limpieza y comedor, y a todos los padres y madres. Reconocimiento por todo lo que han hecho en los dos últimos años. Reconocimiento porque se han enfrentado a una situación nunca conocida, se han enfrentado bien, cuidándose, apoyándose, sacando todo adelante juntas.
Sobre el modelo de inmersión
En cuanto a la educación, Tellitu subrayó que el modelo de inmersión es imprescindible y que en el Endecálogo de bases para el Sistema Educativo en Euskal Herria, presentado por las ikastolas el pasado 25 de febrero, se recogió así: “Necesitamos un sistema basado en el euskera y la cultura vasca. Un verdadero modelo de inmersión, superando las diferencias que marcan los actuales modelos lingüísticos. Que garantice a todos el alumnado el nivel de vivir íntegramente en euskera, tengan el punto de partida que tengan, y que viven en la realidad sociolingüística en la que viven”.
En cuanto al modelo de inmersión, añadió que el euskera no solucionará la situación, “pero sin él sí que no se solucionará”. El presidente de Ikastolen Elkartea afirmó que debe servir también para la integración: “El euskera debe ser uno de los grandes medios de integración a la hora de acoger a jóvenes de origen extranjero, a la hora de unirse a nosotros/as, a la hora de que ‘ellos/as’ también sean ‘nosotros/as’”.