Inaugurado la ikastola Kattalin Elizalde en Senpere (Berria)

Viendo el aspecto de la sede este verano, resultaba inverosímil creer que iban a entrar hoy. De hecho, han cumplido con la palabra y han conseguido recibir a 82 alumnos/as de Senpere (Lapurdi) en la jornada anunciada. Hoy se ha dado entrada a la escuela a los alumnos/as de Iparralde, y Kattalin Elizalde ha sido especial para el alumnado de la ikastola: la ikastola ha sido terminado a última hora y en gran parte continúan las obras. Sin embargo, disponen de recursos suficientes para poder impartir las clases, así como el comedor.

Serán alumnos/as de Senpere, Sara, Azkaine, Zuraide, Basusari, Arrangoitz, Ahetz, Arbona (Lapurdi) y Zugarramurdi (Nafarroa), las ikastolas Xalbador de Kanbo y Piarres Larzabal de Ziburu se han visto desbordados en los últimos años, y Seaska necesitaba una nueva ikastola: será el quinto. El alumnado de quinto y sexto curso serán acogidos, de momento, y año tras año llegarán a acoger a alumnos/as de cuatro cursos del colegio.

Iñaki Lekuona, profesor de historia y director del colegio, ha estrenado el centro por la mañana y ha dado la bienvenida a los/as jóvenes. «Habéis llegado la ikastola a estudiar, a aprender euskera en particular. La lengua es un tesoro que vuestros/as padres y madres os han dado y que debéis cuidar «, les ha dicho.

El curso escolar comenzó con las explicaciones al alumnado sobre Kattalin Elizalde. También llega el momento en el que todos los años esperan ansiosos/as. Han sido convocados/as individualmente por los/as profesores/as responsables para completar las clases. Y el ritual de cada año ha resucitado: unos/as contentos/as con sus amigos/as; otros/as inquietos/as, que tendrán a sus amigos/as en la otra clase.

Preparativos

Armelle Etxenike será profesora de euskera en Senpere, y desde el año pasado ha trabajado junto al resto de profesores/as para iniciar el proyecto del nuevo colegio. Reconoce que también ha sido una incursión «especial» para él, que es «un equipo nuevo». Pero se congratula de que el proyecto se haya materializado. Considera que tiene unas condiciones «excelentes» con pocos/as alumnos/as y le será «más agradable» impartir los cursos. Además, ha indicado que, con un nuevo emplazamiento, dispondrán de los recursos necesarios. Señal de esta novedad es, por ejemplo, el olor del interior del colegio. Aún las paredes huelen a pintura.

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