Entre los niños y adolescentes de 10 a 15 años, siete de cada diez tienen un teléfono móvil. La realidad es imparable y los expertos advierten cada vez con más fuerza sobre la necesidad de formar a los menores en el uso de estos dispositivos. Consideran fundamental fijar normas en casa, ya que no se regularán de forma autónoma.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), siete de cada diez niños y adolescentes de entre diez y quince años en el Estado tienen un teléfono móvil. Esta realidad es imparable y los expertos cada vez destacan más la necesidad de que los menores interioricen el uso adecuado de estos y otros dispositivos digitales.
Para conseguirlo, padres y hermanos mayores son piezas clave en dos direcciones: como modelos de consumo y en la fijación de límites y pautas en el ámbito familiar. Así lo advierte un estudio realizado en colaboración entre la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Universitat de Girona. Este trabajo arroja un resultado sorprendente: el 60% de los adolescentes no tiene reglas para el uso de dispositivos TIC en casa, ya sean teléfonos móviles, televisores, ordenadores, tabletas o dispositivos de videojuegos.
Este estudio acaba de ser publicado en la revista científica «Journal of Family Issues». Según los investigadores, esta falta de límites y reglas debería resolverse: «Si no establecemos reglas, los niños y adolescentes no se regularán de forma autónoma, porque aún no son lo suficientemente maduros. Pero si fijamos las reglas, la respuesta inmediata puede ser romperlas, lo cual es una característica de la adolescencia».
