Jaione Fernandez de Retana, miembro de Kriskitin Dantza Taldea: «Nos llevamos una gran sorpresa por la respuesta, se nos agotó el material para hacer surrandis»


Aunque de forma paulatina, las celebraciones previas a la pandemia empiezan a volver. Precisamente una de las fiestas preferidas de Euskal Herria está a las puertas: el Carnaval. En Ituren, Zubieta, Zuberoa, Tolosa… la tradición está muy arraigada. Pero en Durango no nos quedamos atrás porque también tenemos a nuestros protagonistas: Surrandiak. Varios/as durangarras comenzaron a recuperar una tradición de hace 130 años añadiendo melodías y letras. En la actualidad, Kriskitin Dantza Taldea, acompañado por Jaizale Txistulari taldea y Tabira Musika Banda, realiza una kalejira. Este año están de vuelta, y tanto el fin de semana anterior como este sábado organizará talleres de surrandis. Jaione Fernández de Retana Arrasate, miembro de Kriskitin y madre en la ikastola, destaca que la gente ha respondido «muy bien».

¿Cómo van los talleres de estos fines de semana?

Nos llevamos una gran sorpresa por la respuesta, se nos agotó el material para hacer surrandis. Mucha gente apareció en busca de material y muchas familias se sentaron en el parque de Landako a hacer mascarillas. Pensábamos que la gente aparecería poco a poco. Pero a las 17:00 había colas en Landako Gunea, todos/as venían a por el kit. Teníamos preparados unos 150 kits y lo repartimos todo en media hora. Gente del grupo tuvieron que ir a la farmacia en busca de material, pero allí también se agotaron los materiales.

El fin de semana anterior repartimos material para hacer surrandis y dimos forma a las mascarillas. Esta semana, en cambio, quienes no terminaron tendrán la oportunidad de terminar; además, pintaremos nuestros surrandis con el estilo que cada uno/a quiera darle.

También habéis hecho un vídeo explicando cómo hacer surrandis.

Este año algunos/as del grupo nos pusimos a pensar en cómo hacerlo y cómo organizarlo. Entre algunas ideas salió lo de hacer un tutorial para [HAZ CLIC PARA VERLO], con la intención de enseñar a las familias cómo hacerlo.

¿Es señal de que los/as durangarras están especialmente entusiasmados por llegar el carnaval?

Llevamos 22 años organizando estos talleres y es cierto que año tras año hemos tenido un número de personas convulsas. Son fechas especiales, la gente también se va de vacaciones… y eso hace que unos años vaya menos gente y otros más. Sin embargo, parece que con el paso de los años se va acercando más gente y con ganas de participar.

¿De dónde viene la tradición?

Hace 130 años encontramos por primera vez un escrito sobre Surrandi, escrito por el entonces alcalde Ertzilla. Según consta en los años previos a la Guerra Civil, los martes salían por la tarde, conocido en Durango como martes carnaval, y recorrían las calles intimidando a niños/as y mujeres. El texto añadía:

<<Vedlos: allá van corriendo por todas las calles, albarcas en los pies y calzón corto de pastor; los faldones de la camisa al aire y un collar de arranes (cencerros de buey) a la cintura, y en la cara una careta de disforme y descomunal nariz (…) con un chaleco viejo que a modo de tralla agitan en sus diestras, van azotando a toda persona con quien tropiezan; y corren, corren como demonios sin cuidarse que pisan precisamente en todos los charcos de la calle y salpican horriblemente a todos…>>

Kurutziaga está muy ligada a la tradición de los Surrandis.

En la ikastola, por ejemplo, conocemos esta costumbre desde hace muchos años. En los años setenta José Jabier Abasolo «Tiliño» comenzó a recoger datos sobre los surrandis, los bandos de antaño, etc., y en 1978 Andoni Barreña, entonces profesor de la ikastola, salió a la calle vestido de surrandi con su alumnado. Todavía hoy en 3º de Primaria se hacen surrandis. Este vínculo ayuda a seguir con la tradición.

«Debemos enseñarle esta costumbre a la generación que viene, a nuestros/as hijos/as. Les debemos a nuestros/as predecesores/as»

¿Es especial la vinculación de Durango y Kriskitin con los carnavales?

El carnaval de Euskal Herria es eso, el juego «me pongo la máscara, y no sabes quién soy». También hay mucha conexión con los animales y nosotros/as venimos de ahí. Es una costumbre y una fiesta que hay que enseñar y fomentar a los/as niños/as desde muy pequeños/as. Siguen los que nos enseñaron a nosotros/as, sin ellos no entendemos la kalejira, los bailes y la fiesta de los surrandis. A ellos/as les debemos la herencia de esta costumbre a la generación que viene, a nuestros/as hijos/as.

Son dos años desde el último carnaval. ¿Ha sido duro el parón?

Parar por culpa de la pandemia fue un golpe para algunos/as, sobre todo para la gente que anda desde la creación de. Ese alma de grupo puede que haya disminuido a causa de las circunstancias. Además ha sido un año difícil para nosotros/as, ya que uno de los impulsores de los surrandis, Abel Iriondo, falleció en verano y fue un duro golpe. Lo echamos de menos.

¿Será una kalejira diferente al resto de ediciones?

No sabíamos cómo llegaríamos a las fechas de los carnavales, qué medidas de seguridad tendríamos que tomar. Pero parece que la situación va a mejor y eso para nosotros/as también es de alegría, esperamos un pasacalles que esté más cerca de la kalejira que siempre hemos vivido. Nosotros daremos unas reglas antes de empezar la kalejira como siempre y actuaremos con cautela. A partir de ahí, disfrutemos.

¿Con ganas de que llegue el día?

Los vascos somos cultura. Nuestra cultura es la que tenemos dentro. Para Kriskitin será reavivar ese brillo que tenemos dentro, lo que influye no sólo a uno/a mismo/a, sino a los/as que nos rodean. Son tiempos diferentes, pero los/as vascos/as siempre hemos sabido adaptarnos y salir adelante. Modernizándonos, pero sin olvidar sus raíces. Creo que este año vamos a demostrar eso.