En invierno tenemos muchas fiestas en Euskal Herria y en el mundo. La semana pasada tuvimos a Santa Ageda como fiesta mayor de la semana, los/as miembros de Kurutziaga también salimos a la calle a celebrarlo. La semana que viene será el turno de los carnavales. Al igual que muchas fiestas de invierno, a lo largo de la historia el carnaval ha pasado por muchos relatos e ideologías.
Influye directamente, precisamente, el cristianismo. De hecho, los días de celebración del carnaval son derivados del calendario cristiano. Son días que van cambiando de año en año, ya que se toman como referencia las celebraciones cristianas de Cuaresma y Pascua del calendario litúrgico cristiano.
Sin embargo, aún los carnavales tienen alguna huella de la época pagana. Por cierto, la palabra «carnaval» en euskara, «aratuste», también viene del cristianismo: significa «dejar la carne» (haragia uztea), ya que se celebran antes de la Cuaresma con ayuno y otras privaciones. Pero en Euskal Herria podemos ver disfraces que guardan similitudes con otros disfraces del mundo. Mira:
¿Cuál es la de Euskal Herria?
Puede que la mayoría lo adivinara. Sí, la imagen de Euskal Herria es la de la derecha, concretamente está tomada en Altsasu. ¿Pero saben de dónde es el de la izquierda? de Bulgaria. Su similitud con los momotxorros del carnaval vasco sugiere un origen pagano antiguo común.
Se ha creído que en Euskal Herria había una llamada al despertar de la tierra con el ruido y por eso se ha relacionado con una fiesta de siembra en muchos carnavales. Ejemplos de ello se pueden ver en los carnavales de Sakana: En Olazti se tira el abono de un carro y los momotxorros de Altsasu utilizan el arado para despertar la tierra. En Ituren y Zubieta, en cambio, salen los/as joaldunak haciendo ruido, siguiendo un ritmo determinado.
Y en Durango tenemos a los surrandis. Una tradición de hace 130 años comenzó a recuperarse con la incorporación de melodías y letras. El año pasado hablamos de Jaione Fernandez de Retana sobre esta vieja costumbre en Durango. Lee la entrevista AQUÍ.
¡Disfrutemos del carnaval y de la magia que crea!
