Para los/as padres y madres, uno de los quebraderos de cabeza más habituales es el móvil. A qué edad comprar, cómo regular su uso… Fuente inagotable de conflicto en muchos hogares, los/as adultos/as han comenzado a reunirse en diferentes localidades con el objetivo de trabajar sobre la tecnología y retrasar la edad de dar el teléfono móvil a los/as niños/as. Tienen claro que tienen que tomar decisiones en grupo, porque si hacen cada uno/a por su parte, todas las piezas caerán en fila, como un dominó, porque nadie quiere que el/la niño/a se sienta aislado/a por no tener móvil. «Tenemos que ser conscientes de que cuando compramos un teléfono móvil, tiene un impacto en todo el entorno», dijeron los miembros del grupo «Gure aukera, guk 16».
Cinco padres y madres de Salbatore Mitxelena Ikastola de Zarautz han creado la iniciativa «Gure aukera, guk 16», aunque hoy parece una «utopía», con el objetivo de que los/as niños/as no tengan móvil hasta los 16 años. Saben que los resultados no llegarán de inmediato y poco a poco han empezado a hacer algún tipo de acuerdo entre padres y madres del mismo nivel, retrasando poco a poco la edad de entrega del teléfono. En el camino, quieren trabajar en once ramas de la tecnología, enfocándose en el uso de niños/as y adultos/as, porque todos/as debemos ser conscientes de las herramientas «potentes» que tenemos a la mano.
En 2019 empezaron a trabajar en el tema, empezando por la escuela de tecnología proporcionada por Miren Rose, la impulsora del proyecto Bidelagun y madre de la ikastola. «Muchos/as teniamos la misma preocupación, pero cada uno/a afrontaba individualmente. Nos dimos cuenta de que si trabajábamos juntas podíamos hacer algo”, explicaban Miren Rose y Amaia Elorza. Esta última tiene dos hijas, de 7 y 9 años en Salvatore Mitxelena. “Empezamos a hablar de ello, leyendo lo que habían escrito los/as expertos/as, y nos dimos cuenta de que les estábamos dando los móviles a los/as niños/as demasiado pronto. El cerebro de un/a niño/a de 9-10 años no está preparado/a para utilizar una herramienta de tamaño porque no tiene la capacidad de procesar toda la información, incluida la que le llega sin filtro. Se habla del desarrollo infantil, que un/a niño/a de 11 años puede ser muy maduro/a para su edad. No, al menos no para manejar tal herramienta. ¡Los/as adultos/as tampoco lo usamos bien!”. Nos pusieron un ejemplo: “Simplemente tomamos una foto del/la siguiente niño/a y la enviamos por WhatsApp, probablemente sin pedir permiso. Si nosotros/as, como padres y madres, a menudo no somos conscientes de lo que estamos haciendo, piénselo. Las fotos que se hacen en unos vestuarios etc., por ejemplo, pueden ser muy dolorosas, pero con 12 años no son conscientes”.
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