Maider Zubizarreta y June Belategi participaron en la segunda edición de Euskarabentura en julio del 2019. Hoy han compartido sus vivencias con los y las alumnas de 4º d ESO y los/as han animado ha participar en una aventura que ha dejado huella en ellas. Ambas son exalumnas de Kurutziaga y cursan segundo de bachiller en Ibaizabal Ikastola.
Las dos participastéis en Euskarabentura el julio pasado. ¿Podríais explicarnos qué es Euskarabentura?
Euskarabentura es una expedición a pie dirigida a jóvenes de 16 y 17 años (la del 2020 será la tercera edición). Participan 120 jóvenes y se desarrolla durante el mes de julio. El objetivo es conocer nuestra geografía, nuestra cultura y nuestra historia en un ambiente informal y, de paso, ir tejiendo una red entre los y las jóvenes de distintas partes de Euskal Herria.
«El único requisito indispensable es saber euskera. El año pasado participó una chica sueca que su padre era de Donostia.»
¿Qué requisitos hay que cumplir para participar en Euskarabentura?
Esta dirigida al alumnado de 4º de ESO y primero de bachiller. Por eso hemos hecho hoy la presentación en Kurutziaga. El único requisito indispensable es saber euskera. El año pasado participó una chica sueca que su padre era de Donostia.
Aparte de saber euskera, hay dos pasos previos: enviar una carta de motivación y elaborar un proyecto con uno de los tres temas que proponen desde la organización. Después, un jurado hace la criba de los 120 participantes, ya que es mayor el número de la gente que se presenta.
¿Cuál fue el recorrido que hicistéis el año pasado? ¿Fue exigente?
El año pasado partimos de Maule para llegar a Getxo pasando por todas las capitales. En total fueron 783 kilometros, de los cuales 483 los hicimos a pie. ¡Pero que nadie se engañe! No es exigente en el aspecto físico. Normalmente hacíamos la etapa por la mañana y las tardes las teníamos libres. Nos visitaba gente del mundo de la cultura o la historia, nos daban charlas o hacíamos talleres…
También cabe comentar que éramos 120 jóvenes pero que hay otras 30 personas, mínimo, que se encargan de todo: sherpas, equipo de comunicación, médicos, enfermeras/os… Está todo muy bien organizado.
«Al principio ves las diferencias. Pero, inmediatamente, te das cuenta de que es eso, justamente, lo que te enriquece»
Y, ¿qué tal es la convivencia entre 120 personas durante un mes?
Al principio cuesta. Nosotras tuvimos la suerte de que estábamos las dos y así es más fácil empezar. Al principio ves las diferencias, de dónde viene cada uno/a, el dialecto del euskara que tiene cada uno/a… Pero, inmediatamente, te das cuenta de que es eso, justamente, lo que te enriquece. Siendo cada uno/a de su pueblo o ciudad, cómo se van estableciendo las relaciones, y cómo vas impregnándote de la historia, la geografía, la gente… Y no es tipo chapa. Es algo que vas asimilando según pasan los días. Eso se vio el último en día en Getxo: las despedidas, los abrazos, los llantos…
Vosotras, por vuetra edad, ya no podéis participar pero, aún así, habéis venido a animar al alumnado de Kurutziaga.
Es que es una experiencia que te enriquece y te aporta mucho. Te das cuenta, también, de la diversidad que tenemos: unos vienen de Tutera, otros de Iparralde, nosotras… Y al final se crea algo difícil de describir.
Nostras no podemos participar como jóvenes, pero siendo mayor de 18 años tienes la posibilidad de participar como Sherpa. Este año no nos es posible, pero seguro que más pronto que tarde, volvemos.