Por el camino por el que va un curso viene otro, pero se ha ido el de este año y mientras vamos a esperar al nuevo (que también necesitamos descanso) el presidente Hektor Orbe nos ofrece una reflexión del curso. Para Orbe, que ha ejercido de presidente durante cuatro años, este ha sido el último ejercicio. Por parte de los miembros de Kurutziaga Ikastola queremos agradecer el trabajo realizado durante estos años. El propio Orbe nos ha hecho una valoración de la estancia en la presidencia.
Ha pasado un curso más en el que hemos tenido nuevos retos. ¿Qué valoración haces?
Hago una valoración positiva. Hemos conseguido tener un equipo fuerte en el Consejo Rector y hemos abordado el Plan de Gestión acordado a principio de curso. Entre otras cosas, hemos intentado adaptarnos al decreto de matriculación, hemos extendido el proceso ‘Bihar’ a toda la comunidad impulsando la participación de todos/as y hemos hecho un trabajo silencioso que muchas veces no se ve superando los retos que surgen en el día a día de Kurutziaga.
Si algo hemos hablado este año ha sido de la Nueva Ley de Educación. ¿Cómo lo ha trabajado el Consejo Rector a lo largo de estos cursos?
El primer paso ha sido tratar de obtener información fiable, ya que tanto los medios de comunicación como el Departamento de Educación no han informado adecuadamente sobre la nueva ley y su aplicación. En la medida en que hemos tenido información, hemos informado a la comunidad y recogido su opinión para tener nuestra propia toma de posición ante la ley.
Así, hemos trasladado nuestra posición a la Federación de Ikastolas de Euskal Herria, donde, como parte activa, estamos haciendo una defensa de nuestro propio carácter y modelo educativo.
De cara al futuro, ¿qué nuevos retos le quedan a Kurutziaga Ikastola?
Los retos son numerosos, como la nueva Ley de Educación, el descenso de la matriculación, la construcción de nuevos espacios que den respuesta al proyecto educativo de la ikastola, y fomentar más la participación de la comunidad. Esas deberían ser las líneas maestras de los próximos años.
Además del curso escolar, ha llegado la hora de poner fin a una trayectoria de cuatro años. ¿Cómo te has sentido en estos cuatro años?
Como en todas las responsabilidades, hemos tenido días mejores y peores en el equipo de trabajo, pero hago un balance muy positivo de estos años. Personalmente la experiencia ha sido muy enriquecedora, en todo momento me he sentido apoyado. Invito a los padres y madres a participar en los diferentes grupos de trabajo de la ikastola.
¿Qué ha tenido de dulce el recorrido? ¿Y de qué amargo?
Los agridulces los hemos tenido muchas veces en el mismo día, ya que en el grupo de trabajo tratamos muchos temas, pero en general la época más dura fue la propia pandemia, ya que la situación personal, profesional y las necesidades de la ikastola cambiaron de un día para otro y el traslado de la ikastola a las casas fue un verdadero reto para nosotros/as.
En cuanto a los momentos dulces, me quedo con el festival celebrado una vez pasada la pandemia, pienso que, aún sudamos mucho, para todos fue una liberación.
¿Qué ha cambiado desde Hektor Orbe de hace cuatro años a nuestros días? ¿Qué recomendaciones le daría al nuevo presidente?
Creo que he conseguido tener una visión global de la ikastola y eso me ha enriquecido mucho. Por otro lado, me ha ayudado a ver el futuro de la ikastola con optimismo, porque he visto a su comunidad muy sólida y con ganas de participar.
Pido al o a la nuevo/a presidente y a su equipo de trabajo que trabajen, trabajen y trabajen en beneficio de todos/as y como lo hemos hecho los demás, que ponga su piedra para mejorar la ikastola. Y sé que será así.
Gora Kuru!