Ainhoa Olaso Sopelana (Durango, 1996) ha trabajado durante muchos meses. La ex alumna de Kurutziaga, acompañada de Enara García (Leioa, Bizkaia, 1996), ha pasado estos meses creando, produciendo y dirigiendo el cortometraje Hemen bizi da maitasuna. La satisfacción no viene solo por el trabajo, también porque ha recibido otros premios. Su trabajo participó en el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao Zinebi, del que salió seleccionado en el programa de mentoría Aukera. Olaso dice que están «agradecidas» por el apoyo que ha recibido el proyecto.
¡Enhorabuena! ¿Esperabais sacar algún premio de Zinebi?
¡Gracias! No teníamos nada claro. Enara García y yo hemos trabajado durante meses sobre el proyecto Hemen bizi da maitasuna. En junio de este año estuvimos en el programa de mentoría Aukera junto a otros cuatro proyectos. Hemos conocido trabajos y miembros potentes en el programa y estuvimos con ellos/as en la entrega de premios.
Además, el proyecto también ha recibido la beca Creativa presentada por el Ayuntamiento de Durango, estamos muy contentas y agradecidas por la respuesta que estamos recibiendo.
¿De dónde surgió la idea de crear Hemen bizi da maitasuna?
Hemen bizi da maitasuna es un cortometraje de ficción. Escribí el guión en el año 2020, con el confinamiento. Antes de entrar en casa, hacía vídeos como empleo con un amigo, pero con el regreso no pude hacer el trabajo previsto. Pero tenía un murmullo interior desde el año anterior, y como tenía más tiempo que de otra manera, me puse delante del papel blanco.
Hemen (Asociación de Mujeres Profesionales Audiovisuales del País Vasco) presentó la primera edición del programa Aukera mentoretza, que ofrece la posibilidad de acercar a las jóvenes al mundo del cine. Para ello, además del guión había que desarrollar el proyecto y llamé a mi ex compañera Enara. Ya hemos trabajado el uno con el otro. Así, trabajamos conjuntamente el proyecto y nos apuntamos al concurso. En junio supimos que habíamos sido elegidos junto a otros cuatro proyectos.
Desde entonces hemos trabajado mucho el cortometraje, en todos los ámbitos. Estamos muy satisfechos del trabajo realizado, pero todavía prevemos mucho trabajo.
Cuéntanos, ¿de qué va el cortometraje?
En el corto contamos la historia de Matixa, una joven que quiere emanciparse de la casa de sus padres. Vive de su madre y mantienen una relación intensa. Con el dormitorio y la estabilidad patas arriba, la situación explota. En definitiva, contamos un explosivo en el proceso de independización de la familia, desde el punto de vista de la hija.
«Tengo muchos recuerdos, a veces tengo flashbacks: Txotxe, ejercicios para trabajar la confianza, olor a yeso en la sala de plástica, andamios…»
Has trabajado en equipo como directora, productora y guionista. ¿Cómo es el trabajo? ¿Qué es lo que más se os ha hecho fácil, y qué es lo que más os ha costado?
En el programa de mentoría hemos desarrollado estos trabajos con profesionales del cine. Cada aspecto tiene su dificultad y la posibilidad de disfrutarlo. Escribir el guión lo viví, en gran parte, como un trabajo solitario, pero me dediqué a gusto. Luego vinieron los contrastes y las correcciones. A veces es difícil, porque tienes que ser la abogada de tu historia. Pero en general me gusta recibir las aportaciones de los demás.
Como directora, Enara y yo hemos trabajado el uno con el otro. La colaboración ha sido imprescindible. Hemos dado profundidad a la historia, en muchos sentidos. Definiría la dirección como una constante toma de decisiones y negociación.
La responsabilidad que más distante siento es la del productor. Aukera ha sido un programa clave para aprender en esta línea y dar pasos adelante. Uno de los puntos más importantes es el de la financiación, y ahí también vamos avanzando, la beca Creativa de Durango y el premio Zinebi han sido claves para ello. De todas formas, estamos valorando las posibilidades de poder hacer este trabajo con otras compañeras.
Eres una de las que ha hecho el antzerki de la ikastola. ¿Desde cuándo tienes la vista puesta en el mundo de la obra, del rodaje?
Es difícil de explicar, además me vienen a la memoria situaciones cursi que no quiero contar [risas]. Creo que la creación me ha atraído desde niña, pero quizá sin ser consciente. Siempre he escuchado mucha música, veía muchas películas, empecé a usar cámaras de fotos desde muy pequeña… Me acuerdo de las que se usan y se tiran, ¡me acuerdo de las fotos de la salida de Karrantza en EP! No sé, de todas formas, creo que, a fondo, por primera vez pensé en la universidad, disfruto creando audiovisuales y me gustaría hacer este camino.
¿Recuerdas aquel teatro de 2º de ESO? ¿Te ha quedado algún recuerdo clavado?
En el teatro de la ikastola diría que conocí más de cerca sobre todo la dedicación a un proyecto, el mimo y el trabajo en equipo. Tengo muchos recuerdos, a veces tengo flashbacks: Txotxe, ejercicios para trabajar la confianza, olor a yeso en la sala de plástica, andamios… Entre compañeros/as, fuera de las dinámicas habituales de clase, hubo ocasión de tener nuevas experiencias de colaboración.