El próximo 15 de mayo Ibai Fresnedo (Hiruki Larroxa) impartirá un curso sobre educación sexual en Kurutziaga a las 17:30 horas. En la ikastola hemos elaborado herramientas didácticas eficaces para trabajar la educación sexual de forma inclusiva e integral. Ahora tendremos la oportunidad de compartir estas herramientas con las familias y explicar cómo podemos trabajar este tema en casa. Será una charla dirigida a todos los padres y madres. Recuerda que para participar en el curso hay que inscribirse rellenando el cuestionario antes del 12 de mayo.
En Kurutziaga has realizado sesiones para trabajar la educación sexual con el profesorado. ¿Qué es lo que habéis trabajado y cómo valoras esta experiencia?
El trabajo que hemos realizado con el profesorado de Kurutziaga ha sido más que una mera sesión de formación. Es decir, ha sido la oportunidad de compartir una mirada colectiva en la que hemos situado la sexualidad en el centro del proceso de aprendizaje desde una perspectiva más integral. En la primera sesión, con todo el claustro, sacamos a relucir los miedos e inercias que hay detrás de los retos más habituales sobre educación sexual: cuándo trabajarlos, qué contenidos elegir, cómo trabajarlos… Esto nos permitió enfrentarnos a las tradicionales visiones moralistas y alarmistas y lanzar una profunda reflexión: ¿qué tipo de educación sexual estamos transmitiendo?
En sesiones posteriores, trabajando por etapas con el profesorado de Infantil, Primaria y Secundaria, trabajamos el conocimiento del desarrollo sexual, los enfoques pedagógicos adecuados y las incorporaciones curriculares concretas. Además, con sesiones bastante prácticas, trabajamos preguntas o situaciones reales y compartimos el diseño de las programaciones didácticas y las impresiones de sus primeras incorporaciones, identificando éxitos y retos. La experiencia ha sido muy enriquecedora. La participación activa del profesorado ha hecho hincapié en que este tipo de formaciones son imprescindibles para generar confianza en la comunidad educativa y para trabajar la educación sexual de forma coherente. Se ve que hay ganas y ahora el reto es incorporar la educación sexual en la ikastola estructuralmente y con continuidad.
En esta ocasión, será un curso dirigido a las familias. ¿Qué herramientas vamos a trabajar o en qué consiste?
En esta charla nos centraremos en las dificultades, retos y oportunidades que genera la educación sexual en las familias. Ofreceremos las claves para abordar situaciones complejas que aparecen en el día a día de las madres y los padres: cómo atender las preguntas que hacen los/las niños/as y jóvenes, cómo responder sin pudor o sentencia, o cómo construir relaciones de confianza poniendo en el centro el cuerpo, la identidad y el placer. No hablaremos del tema del sexo de forma restrictiva, es decir, reflexionaremos sobre el cuidado, el deseo, las relaciones afectivas y las conexiones sanas con el cuerpo.
El objetivo de la charla es que las familias puedan reflexionar desde la propia realidad: desde dónde hablan, qué emociones les despierta estos temas, y cómo quieren contribuir al crecimiento sexual de sus niños, niñas y adolescentes. Para ello, fomentaremos los ejemplos reales cotidianos, el enfoque práctico y la participación. Las familias pueden tener referentes seguros y estar dispuestas a escuchar sin ser sexólogas/os, y esa es la gran clave que ofreceremos: un espacio seguro de reflexión y diálogo.
Las familias a menudo asociamos la educación sexual a la adolescencia, pero ¿cuándo es el momento de trabajar el tema con nuestros hijos e hijas?
Es muy habitual asociar la educación sexual a la adolescencia, pero lo cierto es que este es un proceso que se inicia desde las primeras etapas de la vida. La sexualidad no es algo que «se encienda» a los 14 años, sino que es una dimensión que empezamos a desarrollar desde el nacimiento; en nuestra relación con el cuerpo, en la forma de recibir y dar afectos, en la denominación de las emociones o en el autoconocimiento a través de los juegos.
Cuando los niños/as pequeños/as hacen preguntas («¿Por qué tiene pene?», «¿De dónde salen las/los niñas/os?» o «¿Qué es un beso especial?») no expresan una curiosidad sexual «precoz», sino que quieren entender el mundo a su medida. Así que el momento adecuado no es una fecha determinada, sino cuando hacen preguntas, expresan dudas o están dispuestos a escucharnos. Y eso, normalmente, empieza en la infancia.
Por eso, la educación sexual no es trasladar una lista de mensajes concretos, sino hacer un acompañamiento al desarrollo saludable de la sexualidad que todas/os vivimos. Con tranquilidad, adaptada a la verdad y a la edad. Pero sobre todo, dando forma también a lo que no hacemos. Los silencios, la evitación del tema o la tensión también envían un mensaje claro. Por eso es mejor que nosotros conduzcamos la educación sexual antes que las redes sociales o la pornografía comercial.
¿Qué dificultades y temores tenemos las familias para abordar este tema?
Al trabajar la sexualidad, las familias podemos tener muchos miedos y dudas, y eso es totalmente normal. Muchas veces no hemos tenido referentes, o los que hemos tenido han sido en secreto, a través de la vergüenza o condicionados por una moral estricta. En consecuencia, a muchos no nos parece cómodo abordar estos temas porque no sabemos cómo hablar, qué decir o en qué momento hacerlo.
Por otro lado, muchas veces nos produce miedo el qué dirán los que nos rodean, la propia reacción de niñas/os y jóvenes, o la sensación de dar «demasiada» información. Y a veces, la experiencia (o la inexperiencia) de la educación sexual vivida por nosotras/os mismas/os se convierte en un obstáculo. Es decir, vuelven a aparecer los silencios de nuestra infancia, nuestras vergüenzas o nuestras impaciencias. Y, además, entre las familias hay también una tendencia a la preocupación: «¿No despertaré demasiado su curiosidad?», «¿No será prematuro?», «¿Y si lo que digo no coincide con lo que está estudiando en la ikastola?»…
Precisamente en esta charla vamos a ofrecer un espacio para nombrar y entender esos miedos. De hecho, hablar de miedos es el primer paso para gestionar estos miedos. Porque la sexualidad no es un problema a resolver, sino parte de la vida. Y, como educadores, no podemos ser perfectos; pero estar preparados, saber escuchar y ser coherentes con nosotros mismos es lo que va a ayudar más a niñas/os y jóvenes.
En resumen, este discurso será una oportunidad para respirar y mirarse. Porque no juzgaremos a nadie, ni ofreceremos recetas perfectas; ¡todo lo contrario! Queremos abrir un espacio para aprender juntas/os, plantear dudas y entender la sexualidad como parte de la vida.