Un grupo de padres y madres de la ikastola Salbatore Mitxelena de Zarautz comenzó el camino, en 2019, preocupados por el uso de sus hijas/hijos y pantallas. Hace unos meses, padres y madres de varias localidades guipuzcoanas crearon la red Altxa Burua con el objetivo de retrasar la entrega a sus hijos de dispositivos con acceso a Internet y formar a adultos y adolescentes en el uso adecuado de las herramientas digitales. Y, recientemente, el movimiento ha dado un paso más y se ha extendido. Por ejemplo, en Durango, en nuestra Ikastola, y en Elorrio también han formado grupos bajo el paraguas de Altxa Burua, y también han empezado a formarse en otros muchos municipios; en Abadiño, Elorrio, Atxondo, Zaldibar, Otxandio, Iurreta, Garai y Berriz.
Naia Olea, miembro de la plataforma Altxa Burua de Durango, y Andrea Aginagalde, de Elorrio, han hablado extensamente en www.anboto.org.
Altxa Burua ha iniciado una recogida de firmas para pedir al Gobierno Vasco que prohíba el uso de móviles en los centros educativos. ¿Qué es lo que pide el movimiento?
Naia Olea: Pedimos un reglamento, un marco legal para que las escuelas sean un lugar sin móviles. De hecho, los móviles generan muchos problemas en los colegios. Suelen ser fuente de conflictos, el profesorado tiene que hacer de policía, se debilitan los contactos entre los alumnos, hay ciberacoso, se reduce la capacidad de atención, hay problemas de sueño… y una normativa nos ayudaría a hacer frente a todo esto. Junto con las firmas, estamos enviando cartas al Departamento de Educación. Pedimos un marco legal que nos proteja a todos, que sea comprensible y seguro. En cualquier caso, queremos dejar claro que esto no es una oposición a la tecnología. La nuestra es una actitud a favor de un uso sano y seguro de la tecnología. No juzgamos a nadie. Creemos que todo esto es una cuestión que nos afecta a todos.
Andrea Aginagalde: El Gobierno Vasco dejó a disposición de los centros la posibilidad de prohibir el uso de los móviles. Y ahí cada centro puede tener su criterio, en uno sí, en el otro no. Por eso, una normativa general que venga de arriba puede ayudar a que todos, colegios y todos los pueblos, tengamos criterios concretos.
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Por otro lado, argia.eus ha publicado un artículo muy interesante sobre este tema.