Se dice que se llama la fiesta de Santa Agata o la fiesta de Dona Agata. Pero la propia fiesta ha dejado claro que adquiere una personalidad especial en cada pueblo. Y el 5 de febrero es una fiesta que conocemos como Santa Ageda en Durangaldea. Pero pocos conocen el origen del día. Merece la pena conocerlo, así que vamos a investigar.
Siguiendo la tradición, había una mujer llamada Agata que nació en Catania, Sicilia, en el año 235. El suceso que le llevó a la muerte ha llevado a escuchar su historia hasta hoy. El que fuera gobernador Quinciano le propuso casarse, pero Agata no tenía ese deseo. El gobernador, incapaz de cumplir su deseo desde el puesto de gobernante, lo encarceló como venganza. Agata sufrió que le cortaran los pechos y sufrir torturas hasta la muerte. Para homenajearla, el catolicismo eligió el día 5 de febrero como el día de Santa Ageda.
Pero la propia tradición tiene su origen en los tiempos paganos, las fiestas en torno a Agata tienen mucho que ver con el carnaval, con los ritos de la época de poda. En Ablitas (Navarra) creían que en la noche de la víspera de Santa Ageda se repartían las tormentas para el año siguiente.
La celebración tiene mucha fuerza en Euskal Herria. Históricamente, eran los chicos quienes iban por las calles pidiendo dinero a los/as vecinos/as. Hoy en día se han renovado las coplas, se han renovado las antiguas coplas que estaban influidas por el catolicismo. Entre ellos, la bertsolari Maialen Lujanbio. En 2016 creó unas coplas sobre violencia de género denominadas «Beti-bezperako koplak» (Coplas de la víspera de siempre).