Está a punto de terminar la campaña de matriculación más complicada que hemos vivido nunca en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa a consecuencia del espectacular descenso de la natalidad que estamos viviendo, y estamos a punto de conocer cuál va a ser el futuro de muchos centros escolares en este nuevo contexto, en muchos casos dramático. Un contexto complicado que afecta a todas las redes y que provoca que tengamos intensas campañas de matriculación al estar en juego, en algunos casos, la pervivencia de los centros educativos.
En este delicadísimo contexto, Podemos con el apoyo de EH Bildu ha propuesto en el parlamento vasco una modificación de las “reglas de juego” vigentes en este ámbito, con el objetivo indisimulado de priorizar, aun más, la red pública y en la práctica cercenar toda posibilidad de que se concierte ningún aula más a las ikastolas y al resto de centros concertados.
Tenemos claro que la modificación de los mapas escolares es una cuestión delicada que tiene que ser analizada entre los agentes educativos y con la propia administración y que en cada caso pueden existir soluciones distintas, pero no podemos aceptar que las cartas de la planificación y del Mapa escolar estén marcadas desde el inicio y que el régimen de concertación actual se modifique en un concreto sentido vía proposición no de ley, no podemos aceptar este veto encubierto al crecimiento que se ha pretendido aprobar en el parlamento.
No entendemos cuál es el motivo para que se impida el crecimiento de una Ikastola cuando el pueblo opte mayoritariamente por esa opción. Sabemos que por la condición de concertadas de nuestras Ikastolas estamos sometidas a la planificación del Gobierno Vasco y esto supone, como hasta ahora ha sucedido, que los crecimientos tengan que estar fundamentados, tengan que tener el respaldo de la sociedad vía matriculación y tengan que ser negociados con la administración. Y queremos que así siga siendo en adelante.
Añadir que en un contexto tan complicado como el que vive nuestro sistema educativo, propuestas como esta no hacen sino avivar el debate publica-concertada y no ayudan en absoluto a que podamos superar esa dicotomía. Y nos preguntamos, si el equilibrio entre redes existe desde hace más de 25 años, como puede ser el responsable del retroceso en equidad que según la organización Save the Children se ha producido en los últimos años. Las desigualdades también existen entre centros de titularidad pública, como reiteradamente ha manifestado el Consejo Escolar de Euskadi. Medidas coyunturales como ésta no aportan prácticamente nada al objetivo que tenemos muchos agentes educativos de superar la actual situación. Sustraer el debate a los agentes educativos, con propuestas que no han sido tratadas con ellos, no es la mejor manera para avanzar.