Kristina Calvo: «El objetivo de la familiarización es conocernos y construir un vínculo afectivo»

El primer contacto de las familias con la ikastola se da en la mayoría de los casos entre los 0 y los 3 años. En esta nueva etapa, el proceso de familiarización para crear nuevos vínculos afectivos y familiarizarse con las rutinas es imprescindible. El objetivo principal es responder con respeto y sensibilidad a las necesidades más básicas de los niñas y niños. La familiarización es un proceso no sólo para el niño y niña sino para toda la familia, con educadores de Kurutziaga. Kristina Calvo es educadora de 1º ciclo de E.I.

¿Cómo ha ido el proceso de familiarización de principio de curso?
Hemos empezado con la familiarización en 1º ciclo de EI. Nos sentimos con ganas y nerviosas/os. Los primeros días suelen ser los más sencillos: familiares dentro del aula, las sesiones son cortas, los espacios atractivos. A medida que pasan los días, vamos ampliando el horario e invitamos a los de casa a salir al exterior. Aparece la palabra adiós. A pesar de estar a gusto, cuando se produce esa separación puede surgir inquietud.

Por otra parte, el sueño, la hora de comer, son momentos muy importantes, que hay que cuidar y mimar porque de repente los de casa no están cerca y en casa cada uno tiene sus costumbres. A pesar de que oficialmente la familiarización ha finalizado, tenemos un mes entero por delante. Y es que cada niña y niño es un mundo y necesita su tiempo para adaptarse a esta nueva situación.

Además, para nosotras/os es muy importante el número de alumnos y alumnas en las aulas de 0 a 2 años. Por eso hemos creado un grupo más para ofrecer un mejor servicio y atención, bajando el ratio.

¿Por qué es tan importante la familiarización?
Antes de venir a la ikastola a esta edad sólo conocen el mundo familiar; ellas son las figuras de referencia, las que aportan seguridad y las que cubren sus necesidades fisiológicas y emocionales. Cuando tienen miedo, cuando les duele… Es la familia la que da tranquilidad y cariño. Cuando se acercan a la ikastola se encuentran ante una nueva realidad: nuevo espacio, nuevos adultos, nuevos niños/as e incluso una forma diferente de educar y estar.

El objetivo de la familiarización es conocernos e ir construyendo un vínculo afectivo entre nosotros, convertirnos poco a poco dentro del aula en sus referentes. Tenemos que hacer de puente para crear un vínculo afectivo entre la familia y la ikastola. Para conseguir esto la niña o el niño debe sentir nuestra sensibilidad, nuestra disponibilidad, debemos dar una respuesta adecuada a sus necesidades… y para conseguirlo necesitamos esta época. Aunque parezca que dedicamos mucho tiempo a la familiarización, creemos que es muy poco tiempo para construir este vínculo.

¿Cuáles suelen ser las preocupaciones y los miedos de las familias?
Por un lado, la separación en sí, sobre todo si se produce por primera vez: ¿estarán bien?, ¿cuidarán del niño o niña a mi manera?, ¿llorará mucho?, ¿cómo se habrá dormido si conmigo se duerme en el pecho?, ¿cómo se va a arreglar con el resto de niñas y niños? Esas son sus principales preocupaciones. A medida que nos vamos conociendo poco a poco comenzamos a construir una relación basada en la confianza y se relajan. Otra preocupación suele ser cuándo se acaba la familiarización,  porque tienen que ir a trabajar.

¿Qué feedback habéis recibido por parte de las familias?
Como todos los años; la mayoría de las familias están muy contentas por el trabajo realizado. Nos felicitan por nuestra paciencia. La confianza y la cercanía son imprescindibles. Yo digo muchas veces que la familiarización no es sólo para niñas y niños, que también tenemos que cuidar y tranquilizar a las familias. Entendemos que para las familias a veces son momentos delicados, por eso las reuniones individuales que hacemos en septiembre son muy importantes para conocernos, intercambiar información y conocer sus inquietudes.

Al pasar al siguiente ciclo, también realizáis la familiarización en el aula de tres años.
Sí, creemos que el cambio de ciclo requiere una familiarización especial. A la hora de pasar al aula de tres años se producen cambios sustanciales. Suelen ser espacios, profesorado y costumbres nuevas. Por eso, poner en marcha este proceso es importante también a esa edad. A principios de curso celebramos por la tarde una jornada de puertas abiertas para que familias y alumnado, para que conozcan al profesorado y el nuevo espacio. La experiencia ha sido muy enriquecedora y destacaría que hemos tenido muy buenos resultados.