Kurutziaga Ikastola se suma a la siguiente lectura que realiza EHI:
Koldo Tellitu y Jose Luis Sukia
Presidente y Director General de Ikastolen Elkartea
Pronto tendremos una nueva Ley de Educación para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y de cara a eso, como expectativas, han surgido dudas e inquietudes. Poner a cada uno/a en su trinchera es una opción; y la otra es colaborar y mirar y analizar los temas con perspectiva. Las ikastolas nos hemos instalado en esa segunda. La última Ley de Educación en esta comunidad es la de 1993, y es lógico pensar que la próxima también durará años. Por tanto, es el momento de mantener la mente fría, de marcar objetivos y decidir dónde y cómo debemos influir en el sistema educativo para conseguirlos. En la organización de la Educación Vasca todos los sistemas somos necesarios y complementarios, siempre y cuando los centros participantes cumplan escrupulosamente los requisitos para formar parte del Servicio Público Educativo Vasco. De esa premisa partimos nosotros/as.
A la espera de la aprobación de la ley, se han anunciado varios decretos en el marco del Concierto Educativo y el Departamento de Educación acaba de publicar el decreto de admisión de alumnos/as para el curso 2023/24. Nos hemos sorprendido de que, en estas circunstancias, el citado decreto es muy general, sólo marca unos objetivos vagos. Se comparte la voluntad de garantizar la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo, si bien en la orden que se publica a continuación se concretarán las medidas para alcanzar dichos objetivos. Los agentes educativos hemos recibido poca información sobre este mandato, pero lo que hemos recibido nos ha hecho dudar de la idoneidad de la estrategia para alcanzar el citado objetivo. Sin embargo, no nos adelantemos, esperemos a conocer la orden.
A la espera de la orden, pues, estudiaremos el propio decreto. Con ella se pretende establecer una serie de medidas para reducir la brecha existente en nuestro sistema. Creemos que todos/as compartimos ese objetivo, tenemos que acabar con la segregación del alumnado y de las familias entre todos/as y estamos dispuestos/as a dar los pasos necesarios. Pero para conseguir estos objetivos todos los centros (y redes) tenemos que tener las mismas reglas, porque es una apuesta de país. El tema es complicado, no es fácil, y si hacemos distinciones entre centros no se conseguirá el objetivo que nos hemos marcado, porque si de verdad queremos hacer una política de integración seria y eficaz tenemos que intentarlo todos/as, y todos/as tenemos que tener las mismas condiciones. Al fin y al cabo, tenemos que hacer las cosas todos/as juntos/as, sin mirar si una red u otra sale más perjudicada o mejor. Si hacemos bien los trabajos ganará el Sistema Educativo Vasco y con ello nuestra sociedad.
Debemos tener claro, de todas formas, que ésta no puede ser la medida definitiva. El tema es complicado y dinámico. Por lo que nosotros/as sabemos, el problema al que aquí nos referimos se repite en muchos lugares y estados y nadie ha encontrado fórmulas mágicas. Seguramente no habrá soluciones perfectas, pero tenemos que intentarlo.
También hemos sabido que el Consorcio de Haurreskolak será gratuito desde septiembre del año que viene. Y nos parece válida si se va a aplicar la misma medida para todos los centros que van a integrar el servicio público educativo vasco. Sin embargo, el hecho de que no se haya tratado con diferentes agentes el debate sobre la organización del 0-2 años nos da también un punto de crispación.
También nos gustaría hacer referencia al borrador de la ley de educación. En el acto de inicio de curso hicimos nuestra primera valoración y en este momento estamos debatiendo el borrador de ikastola en ikastola, organizando reuniones comarcales. A finales de este mes finalizaremos el proceso y ése será el momento de hacer una valoración definitiva. Las ikastolas nacimos para crear un nuevo sistema educativo vasco. No sólo en torno a la recuperación del euskera y la transmisión de la cultura vasca, sino que también nacimos para ser una alternativa a la escuela tradicional del siglo XX y para impulsar una nueva gestión de los centros. Desde las lógicas comunidades, desde los vínculos horizontales entre la ciudadanía, con un modelo autogestionario, con la posibilidad de que todos los miembros de la comunidad participen en el proceso de toma de decisiones.
Las ikastolas siempre hemos reivindicado un nuevo modelo. No entendemos un sistema educativo sólo bajo el mandato de la administración, sólo dependiendo de su titularidad. La participación de toda la sociedad debe ser organizada. Es más, tiene que tener capacidad para ser, en algunos momentos, quien desde su libertad frente a la administración. Si la ley que se debate permite cambiar el modelo y configurar un nuevo sistema para Euskal Herria, las ikastolas nos sumaremos. Ahí estaremos colaborando con otros muchos agentes educativos, como siempre hemos hecho. Sabemos que la transformación no se puede conseguir en dos días. Sabemos que habrá que dar pasos, pero también sabemos que el norte está ahí, que para eso hay que dar pasos y que el modelo administrativo centralizado que existe hoy en día no permite alcanzar ese objetivo. Queremos una nueva Ley de Educación, un nuevo sistema educativo, para el País Vasco, un sistema propio; queremos que sea un paso significativo para conseguirlo.
Puede ser una utopía, pero un pueblo (más aún un pueblo como el nuestro) no saldrá adelante sin imaginación. Es el momento, fijemos la mirada en ese objetivo y tomemos las decisiones necesarias en ese camino. Si es así las ikastolas impulsaremos la Ley, porque si no, como en estos últimos 40 años, las ikastolas tendremos que seguir trabajando nuestro camino, desde nuestra autonomía y trabajando en auzolan, siendo una referencia nacional en educación y euskera. Seguiremos siendo un motor para impulsar el currículo vasco, seguiremos elaborando material escolar avanzado para todos los centros de toda Euskal Herria y, por supuesto, seguiremos impulsando la transformación pedagógica del modelo educativo.