Hemos traído a nuestro blog esta entrevista publicada en el periódico Berria el martes 23 de febrero puesto que es un tema que nos atañe como centro educativo que trabaja con jóvenes adolescentes. Es una entrevista realizada por el periodista Enekoitz Telleria (la fotografía es de Gorka Rubio/Foku)
«Los adolescentes no necesitan móvil»
Ros es educadora y madre. Ha puesto en marcha un proyecto sobre el uso del móvil y da conferencias al respecto: «Los adolescentes no entienden el móvil y los padres/madres tampoco son conscientes de lo potente que es esta herramienta». Miren Ros (Eibar, Gipuzkoa, 1975) ha dado una pista en la entrevista cuando el móvil del periodista ha sonado: «Nosotras no estamos en contra de los móviles. Quiero dejarlo claro «.
¿Qué proyecto es este, entonces?
En 2015 decidí dejar el mundo empresarial y entonces emprendí el proyecto: Bidelagun. Se trata de un proyecto de apoyo a las familias, con charlas sobre temas concretos, talleres y escuelas de padres y madres. Trabajamos varios temas y este es el tema estrella. En 2019 lo abordamos en la ikastola de Zarautz, donde estudian mis hijas. Sentimos que teníamos que hacer algo más. De aquella escuela de padres/madres surgió «Gure aukera, guk 16». Participo como madre, pero también como profesional.
Soy adolescente: «¡16 años para tener móvil! ¡¡Son demasiados! «.
Y tener 18 para sacarse el carné de conducir, ¿también te parece mucho?
«Se trata de que las familias hagan grupo. Que en vez de tener cada uno esa guerra en su casa, juntarnos y así, entre todos/as tengamos más fuerza»
Soy padre: «Eso es una utopía».
Y la gente se ríe de nuestro grupo. Sabemos que hoy en día eso es muy difícil y puede ser utópico. Somos conscientes de cuál es la realidad, pero queremos trabajar ahí para abrir un camino. Hacemos sesiones de concienciación, tertulias, vídeos… Se trata de que las familias hagan grupo. Que en vez de tener cada uno esa guerra en su casa, juntarnos y así, entre todos/as tengamos más fuerza. Lo que decimos básicamente es: no necesitan un móvil a esa edad.
Pero la realidad es la que es.
La realidad es que los adultos -y mucho menos los adolescentes-, no sabemos qué herramienta tan potente es el móvil.
Soy adolescente: «¡pero no podré quedar con mis amigos!».
¿Y en el colegio os veís? ¿No habláis? ¿No podéis quedar mañana a las 17:00? Tienes un Chromebook. Tienes otras vías para quedar. No necesitas el móvil.
Soy adolescente: «Pero vosotros/as estáis todo el rato con el móvil».
Tienes toda la razón. Y te habrás dado cuenta de que los padres/madres también hemos ehecho una reflexión. Hemos hecho autocrítica. A partir de una hora determinada apagamos el móvil… Cada uno ha decidido tomar alguna medida al respecto. Es verdad que a los padres también nos cuesta; así que, piensa a ti que todavía te está desarrollando el cerebro.
Soy adolescente: «A mi mejor amigo/a ya le han comprado uno. Voy a ser el/la últim/a «.
Una cosa es que tu mejor amigo/a tenga ya móvil y otra que tú seas el último/a. Si es tu mejor amigo/a, será igual el mejor amigo/a con o sin móvil. Sobre ser el último/a, es lo que tenemos que hablar: cuántos sois y cómo tenemos que organizarnos.
Soy padre/madre: «¡pero el mío quedará atrasado!».
[Risas] Atrasados quedarán todos los demás. Hay estudios que dicen que las generaciones actuales tienen un coeficiente intelectual menor que las de nuestra época, y el uso del móvil tiene que ver ahí. Porque no te deja pensar, desarrollar la creatividad…
«Hay estudios que dicen que las generaciones actuales tienen un coeficiente intelectual menor que las de nuestra época, y el uso del móvil tiene que ver ahí»
Soy abuelo/a: «¿Cómo le hacéis eso a nuestro pequeño/a? Se lo compraremos nosotros/as «.
[Risas] Hay otras mil maneras de expresar el amor por vuestros nietos/as.
Habéis trabajado el tema y supongo que habéis hechado analizado trabajos de investigación. ¿Qué dicen?
Hay muchas consecuencias. Primero: no lo necesitan; esto no es un juguete, es un instrumento muy potente. Segundo: es una decisión de los padres/madres y muchas veces se nos olvida; está en nuestras manos. Tercero: se está reconstruyendo el cerebro de los adolescentes; se está construyendo el control de los impulsos, la planificación… y el móvil actúa ahí. No están preparados/as para frenar esos impulsos. [Un mensaje llega al móvil del periodista; está sobre la mesa]. Ese sonido, por ejemplo. A nosotros/as también nos cuesta controlarlo. Piensa en ellos/as. Muchos estudios dicen que cuando recibimos esos sonidos, esos likes, esos mensajes generan dopamina en nuestro cerebro. Es el mismo efecto que la cocaína.
«Muchos estudios dicen que cuando recibimos esos sonidos, esos likes, esos mensajes generan dopamina en nuestro cerebro. Es el mismo efecto que la cocaína»
¿Qué podemos hacer, entonces?
Un experimento muy interesante hacer un fin de semana sin móvil, por ejemplo. Déjalo del todo y descubre lo que sientes, lo que necesitas. Reflexiona. Haz planes con tus hijos/as sin móvil. Una salida al monte, o cualquier otra cosa. Es un placer ver cómo cambian las relaciones. Es increíble.
¿Un fin de semana sin móvil? Ese es el castigo que se les pone a los adolescentes.
Porque eso tiene el mayor efecto en los/as adolescentes. Prefieren perderse cualquier otra cosa que quitarles el móvil. Vamos a enseñarles cómo utilizarlos; hagámoslo con esa pedagogía. No entienden la herramienta. A menudo no entienden la ironía de los mensajes. No se dan cuenta del daño que pueden hacer: introducir a alguienen la cuadrilla, echar a alguien de la cuadrilla… Por eso lo decimos: no lo necesitan.
¿Una verdad sobre el móvil? Nos esclaviza.
¿Una mentira? Es una herramienta para relacionarse.
¿Una verdad sobre las redes sociales? Se libera dopamina por cada like.
¿Una mentira? Casi todo es falso en las redes sociales.
