Estos días, para trabajar el miedo y la seguridad, que mejor que la historia de «Los tres cerditos”. Hemos tenido la oportunidad de experimentar la emoción, el miedo, la alegría, el disfrute y el placer de sentirse protegido. Hemos hablado, jugado, experimentado y construido, nada menos que, ¡nuestras propias casas!