Miren Arzuaga Gorritxategi. Coordinadora del comedor de la ikastola.
El presente curso escolar será el tercero para la ermuarra Miren Arzuaga en Kurutziaga. Empleada de Ausolan, es la responsable de coordinar lor pormenores del día a día en el comedor de la ikastola. Con el inicio del curso se ha colocado una segunda línea de reparto de comida en el comedor. Hablamos de ello con Miren.
Una segunda línea de reparto de comida en el comedor. ¿Por qué?
Hay que tener en cuenta que el curso pasado dábamos en el comedor un promedio superior a ochocientas comidas diarias. Es una cifra alta. A menudo, mientras los alumnos y alumnos hacían cola solía haber pequeños conflictos: que si uno se había colado, que la otra le había empujado… Cosas así pero que se repetían una y otra vez. Pensamos que teníamos que dar una solución al tema y el establecimiento de la segunda línea es una de las medidad que se han tomado.
Así que no era sólo un problema de logística…
Claro, también hay un componente de conducta en todo ello. Po eso nos reunimos el grupo de Convivencia de la ikastola, la dirección y el equipo del comedor. Hablamos con el alumnado de ESO y acordamos ciertas normas de conducta para que el tiempo de espera en la cola sea más corto y calmado.
¿Qué conclusiones sacáis de esta primera semana?
La diferencia es enorme. El reparto va mucho más rápido, el tiempo de espera se reduce y con ello disminuyen los problemas. Al fin y al cabo son factores que van unidos. Estamos pensando que tendremos que adaptar los horarios a este ritmo pero para ello tenemos que ver cómo funciona cuando el comedor esté a pleno rendimiento. Esto será cuando comiencen las clases a jornada completa.
O sea que el hambre también afecta al humor…
¡A quién no! De todos modos, hay que decir que, a pesar de que la hora de la comida es siempre una hora crítica, el alumnado en general se comporta bien.
También dependerá del menú que toque.
Sin duda. Cuando hay macarrones, sanjacobos o croquetas todo resulta más fácil. Las verduras, las lentejas o el pescado no tienen la misma aceptación y hay más protestas. Hay es donde aparece la picardía de toda la vida: te encuentras con comida envuelta en la servilleta, dentro del pan… Eso no cambia.
Tendremos que hablar con los cocineros acerca de los gustos.
Pues sí. Además también se han hecho inversiones la cocina, así que tendrán mucho que decir.
La cita ya está hecha para la próxima semana.